El 7 de septiembre volverían los entrenamientos a la Liga Dolorense de Fútbol: ¿Cuál es el Protocolo?
1) Regreso a la “normalidad” luego de un período de Aislamiento Social Preventivo Y Obligatorio Es fundamental entender que sólo se podrá jugar al fútbol cuando la situación epidemiológica lo permita, al mismo tiempo que se garantice la seguridad de los deportistas, personal específico, árbitros, público aficionado y de la sociedad en general. No se puede jugar al fútbol mientras estén vigentes las medidas estrictas de prevención (es decir, durante etapas de cualquier tipo de confinamiento). Cuando se alivien las restricciones a la circulación de personas, habrá una “nueva normalidad”. Consideramos que la relajación de las limitaciones será gradual y de acuerdo al calendario propio establecido por las autoridades nacionales.
2) Medidas para facilitar la reanudación de los entrenamientos Es imperativo comprender que lo único que realmente permitirá un regreso progresivo a la normalidad deportiva es la difusión y la correcta implementación de las normas que a continuación se detallan. Cada una de las instituciones deportivas involucradas en general, y cada uno de los miembros de la familia del fútbol en particular tiene la obligación de conocer, de enseñar y de transmitir correctamente estas directrices. Todos los integrantes de los diferentes clubes de fútbol tienen que ser capaces de implementar estas indicaciones. Y todas las entidades deportivas deben contar con personal adecuado y perfectamente capacitado para hacerlas cumplir. Sean miembros de los equipos de seguridad, de los Cuerpos Médicos o de quienes los diferentes clubes consideren adecuados. Cuando sea posible reanudar los entrenamientos, será fundamental prestar atención a las indicaciones para prevenir la propagación o el rebrote de la enfermedad, y las complicaciones que surgirían de la infección. La implementación de estas medidas es fundamental y se dividen en tres sectores:
(a) Comportamiento en los entrenamientos,
(b) seguimientos y diagnósticos y
(c) medidas para las instalaciones y los traslados.
2a. Higiene y distanciamiento en los entrenamientos
• Mantenerse informado de las directrices de las autoridades nacionales. Estas incluyen las recomendaciones en materia de salud pública y las directrices para controlar y prevenir la propagación del virus.
• Respetar la distancia entre personas: al menos 2 metros. En caso de estar en un sitio cerrado e hiperventilando, la distancia recomendada entre personas deberá ser de 6 metros.
• No más de 6 jugadores / árbitros por sesión de entrenamiento en la misma cancha.
• Los jugadores / árbitros son los únicos exceptuados de utilizar barbijos o tapabocas. Todo el resto de los presentes en la sesión de entrenamiento (Cuerpos Técnicos, Cuerpos Médicos, utileros, asistentes, dirigentes, etc.) deberán obligatoriamente utilizar barbijos o tapabocas todo el tiempo.
• No se permite la mezcla de equipos de trabajo. Ya sean parte del Cuerpo Técnico, del Cuerpo Médico o jugadores / árbitros. Si una determinada cantidad de oficiales entrena con un grupo de 6 jugadores / árbitros, no podrá hacerlo con un grupo diferente luego.
• No es conveniente que en el mismo turno entrenen jugadores de la misma posición.
• Instar a mantener una buena higiene.
• Se aconseja ofrecer botellas de hidratación identificadas para cada jugador / árbitro y Cuerpo Técnico involucrado en las prácticas.
• Lavarse bien las manos, usando desinfectante de manos.
• Evitar tocarse los ojos, la boca y la nariz.
• Toser o estornudar en un pañuelo o en el hueco del codo, cubriendo la boca y la nariz.
• Tirar los pañuelos en un contenedor sellado.
• Desinfectar el equipamiento deportivo regularmente, así como las zonas por donde más personas circulen.
• No compartir el equipamiento deportivo como, por ejemplo, las botellas de agua.
• Es recomendable que cada uno de los jugadores / árbitros concurra a los entrenamientos provisto de su propia hidratación.
• Contar con estrategias para limitar el contacto/interacción. Por ejemplo, en un edificio, establecer caminos de dirección única y mantener las puertas abiertas.
• Queda prohibido darse la mano, chocar los cinco y cualquier otro contacto físico.
• Prohibir la salivación, en cualquier lugar y forma.
• Prohibir compartir cualquier tipo de infusión, especialmente el mate
• Dormir en habitaciones individuales y comer manteniendo el distanciamiento adecuado (2 metros) 2b) Precauciones en desplazamientos y en las instalaciones
• Desinfectar los medios de transporte utilizados para acudir a los entrenamientos. En el caso que los integrantes de las prácticas deportivas no cuenten con movilidad propia, es conveniente que la entidad deportiva involucrada implemente un sistema de traslado puerta a puerta previamente contratado. En todos los casos se recomienda que aquellos que tengan vehículo no trasladen a más de dos personas por vehículo, respetando las distancias personales establecidas por los organismos sanitarios nacionales.
• Desinfectar el lugar y los canales de distribución. Una vez más hacemos hincapié en lo fundamental que es la difusión y la correcta implementación de estas indicaciones. En caso que la entidad deportiva no esté segura de cómo proceder correctamente en este aspecto, sugerimos la contratación de personal capacitado o de empresas certificadas que garanticen la correcta forma de actuar, y que puedan transmitir adecuadamente todos los conocimientos necesarios.
• Trabajar con el personal mínimo para reducir el riesgo de contagio. Disminuir lo máximo posible a los integrantes de los Cuerpos Técnicos y todos aquellos que no entrenen deben tener el tapaboca obligatorio.
• Aplicar y mantener las medidas de distanciamiento físico.
3) Evaluación de riesgos durante los entrenamientos Debemos prevenir y controlar la propagación de la enfermedad mediante los pasos necesarios que lo garanticen. Convocar a entrenamientos requiere una sólida evaluación de riesgos y un conocimiento exhaustivo acerca de cómo mitigar los factores que contribuyen a la propagación del virus, incluso en momentos en que la transmisión parezca estar disminuyendo. Se requiere que las instituciones realicen una precisa evaluación de riesgos que determine si es seguro proceder con la actividad.
A la hora de evaluar el riesgo, es necesario tener en cuenta los siguientes factores clave:
• La normativa nacional y específica para el deporte;
• Las pruebas del contagio de COVID-19 entre la sociedad, a nivel local y nacional;
• Los requisitos de desplazamiento desde las zonas donde exista contagio de COVID-19;
• La cantidad de jugadores / árbitros y oficiales involucrados;
• La infraestructura médica y sanitaria disponible en los lugares donde vayan a producirse los entrenamientos; y,
• Las restricciones en los desplazamientos y consejos respecto a los lugares a donde vayan a trasladarse.
NOTA Y FOTO: FÚTBOL NUESTRO
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